¡Esta mañana hemos vivido una experiencia muy interesante en 1º de Educación Primaria! Nuestra visita a la Huerta de Otero, en Mérida, nos ha permitido convertirnos en verdaderos arqueólogos y arqueólogas por un día y hemos aprendido muchas cosas interesantes sobre la vida en la época romana, mientras disfrutábamos de talleres prácticos y divertidos. Una mañana para el recuerdo.
La actividad comenzó con un paseo a pie hasta la Huerta de Otero. Una vez allí, nos recibieron personajes ambientados en la época romana: dos esclavas, dos señoras de la alta sociedad y un soldado romano llamado Vetón. Ellos nos contaron cómo era la vida cotidiana en Emérita Augusta y nos enseñaron una domus romana (una casa de familia acomodada). En el centro de esta domus había un impresionante mosaico en el que aparecía Medusa, una figura con cabellos en forma de serpiente, cuya mirada convertía en piedra a quien la desafiara. Este mosaico, conocido como el "Mosaico de Medusa", es una pieza muy importante encontrada en la propia Huerta de Otero y destaca por su belleza y buen estado de conservación.
Tras esta introducción, nos dividimos en cuatro grupos para participar en los diferentes talleres rotatorios, como en nuestros Grupos Interactivos.
1) En el primer taller, hicimos nuestro propio mosaico utilizando teselas. Representamos el nudo de Salomón, un símbolo que en la antigüedad se asociaba a la protección familiar y a la buena suerte. Además, lo acompañamos con el nombre de nuestro cole, ¡nos quedó genial!
2) En el segundo taller, nos sentamos a jugar al Duplum Molendinum, un antiguo juego romano de estrategia muy parecido al tres en raya, pero con más dificultad. Requiere colocar y mover las fichas con atención para formar líneas de tres y eliminar fichas del rival. ¡Nos encantó el reto!
3) El tercer taller fue muy creativo: moldeamos arcilla para formar sellos, como los que se usaban en la época romana para marcar objetos personales o documentos. Además, todos pusimos nuestras manos manchadas de arcilla sobre la imagen del mosaico de Medusa, menos mal que nos pusieron unos chalecos especiales para no mancharnos la ropa.
4) En el cuarto taller nos convertimos en arqueólogos y arqueólogas. Excavamos una tumba romana utilizando herramientas auténticas de arqueología, como la paletilla y los pinceles. Aprendimos que hay que excavar con mucho cuidado para descubrir las pistas del pasado sin dañar los restos arqueológicos.
Además, nos hemos traído tres recuerdos muy especiales: el sello de arcilla, la impresión de nuestras mano sobre el mosaico de Medusa y, lo más importante, un diploma que certifica que nos hemos convertido en auténticos arqueólogos y arqueólogas.
Al finalizar los talleres, volvimos al cole en autobús. Este trayecto también fue parte del aprendizaje: nos estamos acostumbrando a movernos por la ciudad utilizando el transporte público, aprendiendo a consultar las líneas y horarios, contar las paradas, saber cuándo solicitar nuestra parada... ¡y bajarnos donde toca!
En resumen, ha sido una jornada fantástica. El alumnado ha disfrutado muchísimo, ha aprendido un montón de cosas nuevas y se ha portado fenomenal. ¡Estamos deseando repetir pronto una experiencia tan enriquecedora!
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