EXCURSIÓN DE TERCERO Y CUARTO DE PRIMARIA

Ayer los alumnos de tercero y cuarto de primaria disfrutaron de la excursión final de curso a la Reserva del Castillo de las Guardas en la provincia de Sevilla. Disfrutamos de un día maravilloso rodeados de muchísimos animales que se acercaron a conocernos.

En la foto vemos como Iker disfruta dándole su trocito de plátano al lemur.

Nada más llegar, nos regalaron una charla sobre estos pequeños animales, los lemures, o espíritus de la noche. De ellos  aprendimos sus costumbres, características de reproducción, su hábitat principal y su dieta. Pudimos disfrutar mucho dándoles de comer un trocito de plátano que cogían de nuestras manitas sin ningún miedo a nosotros. Pudimos ver a dos crías pequeñitas que eran además gemelos como nuestros Iker y Aarón. 

Después fuimos al merendero a comernos el almuerzo y muchos de nuestros alumnos/as pasaron a darle de comer a las cabritas enanas del Jardín de los peques.

Los niños disfrutaron dándoles de comer trocitos de pan, y también disfrutando de su pelaje. No paraban de acariciarlas. Los chivos eran muy sociables y no paraban de acercarse a los niños. 

Manuel y Celia cogiendo al cabrito recién nacido

Dentro de este recinto había además animales de cartón piedra, en el que los niños disfrutaron montándose en ellos y realizándose fotos.

Después llegó el momento más esperado y divertido. Hicimos un recorrido en tren por toda la reserva, dentro del mismo pudimos disfrutar de darle de comer a todos los herbívoros que se acercaban a por nuestras zanahorias sin ningún reparo. Les dimos de comer a los emús, las cebras, los camellos, el eland común, el guanaco (aunque como se parecen mucho a las llamas, nuestros niños los confundían) y las jirafas entre otros muchos.

En las fotos podéis ver como se acercaban a nosotros.

Eland

Emú

Maribel disfrutando con el camello

Mercedes muy atrevida, y eso que algunos carteles avisaban
que mordían.

Disfrutando de los macacos. Había muchas crías.

Y por fin las esperadas jirafas. Menos mal que en el tren conseguimos guardarles algunas zanahorias, porque no paraban de pedirnos con sus larguíiiisimas lenguas que les diésemos unas poquitas. 

Al final nos quedamos cortos echándoles zanahorias a nuestros niños/as en las mochilas, pues el darles de comer a todos los animales,  fue la parte más divertida de toda la excursión.

 Si hubiéramos tenido más comida, seguro que el veterinario les hubiera puesto a dieta después de nuestra visita.

Y después de este recorrido de casi una hora y media, pudimos disfrutar de dos exhibiciones muy interesantes: la de aves rapaces y la de leones marinos. Muchos de nuestros alumnos fueron elegidos por el cetrero y salieron a tirarles patas de pollo y gusanitos al aire para que todos los espectadores pudiéramos contemplar lo ágiles que eran las rapaces en su vuelo. 

Lidia tirándole la pata de pollo al milano

Juan, Lucía y Pamela compartiendo asiento con el búho.

Fabio observando si el halcón atrapa la comida que el tiró.

 Y por último nos enseñaron las diferencias entre las focas y los leones marinos, además de disfrutar de las acrobacias de este simpático animal que no paraba de decirnos que le aplaudiésemos por lo bien que realizaba sus saltos, giros y volteretas.

Y para no olvidar lo aprendido, además de esta entrada del blog, los niños pudieron rellenar a la vuelta en el autobús, un pequeño cuadernillo de recuerdo de esta experiencia.  La mayoría lo tiene que terminar en casa, ya que en el autobús no podían colorear y hacer buena letra.

Os recordamos que los niños/as que mejor lo rellenen tienen un pequeño premio de recuerdo de esta experiencia, así que no olvidéis cumplimentarlo y entregarlo a las maestras.