Desde el aula de REMA, queremos que este aprendizaje vaya más allá de la transversalidad curricular y sirva para conocerse e interactuar en su realidad inmediata, desde la reflexión y la implementación de estos conocimientos y herramientas trabajadas.
Este trimestre hemos trabajado dos emociones importantes por las implicaciones y derivaciones que de ellas, una persona, puede extrapolar a su quehacer diario: la ternura y la frustración.
La ternura nos ha facilitado el motor de arranque, y la introducción de un factor importante en las relaciones y en la comunicación con los otros: la empatía.
Por otro lado, la frustración nos ha procurado entender y desentrañar en la medida de lo posible, ese conflicto interno que aflora ante las dificultades y las tareas diarias.
Para profundizar en estas emociones estamos utilizando con un material que en los últimos tiempos ha renovado el aprendizaje de las mismas en las aulas: el Emocionario.
Además, facilita una serie de recursos que nos ayuda no sólo a trabajar la emoción, ya que esos mismos recursos nos ofrece la oportunidad de: reforzar la lectura, la compresión lectora y la expresión y creación de textos escritos. Trabajando de esta manera la Competencia Lingüística.
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